Cuando hablamos de la agricultura urbana, hacemos referencia a la actividad de cultivar y cosechar alimentos en las ciudades. Se busca por medio de esta actividad usar espacios en las ciudades o a sus alrededores con el fin de producir alimentos de origen agrícola.
La importancia de la agricultura urbana y por lo que se llevó a cabo esta idea, fue inicialmente por la necesidad de producir alimentos u otros productos agrícolas para el autoconsumo.
De acuerdo con lo anterior, podemos analizar con diferentes objetivos, uno de ellos, es el tema como una necesidad de implementar un huerto urbano para cubrir necesidades específicas de alimentación. De este modo mejorar la dieta diaria de la familia, que no solo será productora, sino también, consumidora.
Por medio de esta alternativa se busca además un acercamiento del ser humano a la naturaleza, además de buscar reducir el impacto que la producción de alimentos tiene para la naturaleza y la inocuidad de lo que se consume.
Fuente: Agropprod , 2020
Existen varios tipos de agricultura urbana, dependiendo del objetivo, se puede catalogar en distintos tipos, a continuación, podemos observar los más comunes.
Familiares: Son cultivos realizados por uno o más miembros de una familia y son generalmente para su autoconsumo. Comunitarios: Se lleva a cabo en espacios de comunidad. Empresariales: Son espacios privados que utilizan las empresas para este tipo de prácticas en la ciudad. Didácticos: Los cuales son utilizados para enseñar a todas las personas que desean conocer de estas prácticas y poder llevarlas a cabo en sus hogares. Fuente: Economipedia, Ariadna Ivette
Por otro lado, es importante saber que la agricultura es una fuente importante de emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero. Libera grandes cantidades de dióxido de carbono a través de la combustión de biomasa, principalmente en zonas de deforestación y de pastos. Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Por un lado, tenemos la destrucción del terreno debido a la sobre explotación, pues se puede causar terribles problemas en nuestro entorno. Sin embargo, no se puede mencionar solo el daño que provoca el hombre, sino que además existen zonas con climas extremos. Las altas temperaturas del verano deshidratan los suelos; y las bajas temperaturas del invierno, “ahogan” el terreno y destruyen la flora local.
Otro de los factores que afectan el medio ambiente es el uso excesivo de químicos, pues si se utiliza sin tener el conocimiento o de manera irresponsable se pueden llegar a filtrar a capas mucho más profundas del terreno, contaminando aguas subterráneas. Además del uso excesivo de los acuíferos para el tema de riego, puede ocasionar su desaparición. De acuerdo con lo anterior también podemos mencionar que a medida que se ocupa más terreno para satisfacer la demanda, cada vez más son las especies sacadas de sus hábitats, haciendo más difícil su supervivencia. Fuente: Proxima Systems
China, con más de 10.065 millones de toneladas de CO2 emitido
Estados Unidos, con 5.416 millones de toneladas de CO2
India, con 2.654 millones de toneladas de CO2
Rusia, con 1.711 millones de toneladas de CO2
Japón, 1.162 millones de toneladas de CO2
Fuente: Climatetrade, 2021
No obstante, con el pasar del tiempo y debido al deterioro del medio ambiente por este tipo de actividades, se han aplicado distintas técnicas de cultivo con el fin de reducir el impacto en el medio ambiente. Entre estas soluciones y técnicas podemos mencionar:
Rotación de cultivos: Esta práctica se encarga de alternar los cultivos, lo cual resulta ser beneficioso, no solo para el suelo, sino también para los cultivos.
Siembra directa: Por lo general los rastrojos se descomponen con el tiempo, sin embargo son utilizados como abono natural para el suelo, así mismo aumentando sus nutrientes.
Manejo de energías renovables: Se trata de sustituir los combustibles por energía respetuosa con el medio ambiente, esto reduce las emisiones de gases a la atmósfera, sin embargo el uso de esta energía depende de varios factores, entre estos, la localización de los cultivos. Fuente: Proxima Systems
De acuerdo con esto, podemos mencionar que la agricultura urbana es una alternativa viable para la producción y el abastecimiento de alimentos dentro de las viviendas, con el fin de disminuir el riesgo de acceso al alimento en situaciones complejas como, el cambio climático, las pandemias y diferentes conflictos armados. Todo esto debido a la población que se encuentra ubicada en zonas urbanas y se encuentran vulnerables ante situaciones que ejercen inseguridad en la provisión de alimentos.
“Lograr integrar dicha práctica podría derivar en reducir diez variables que afectan directamente el calentamiento global, cambio climático, seguridad alimentaria, biodiversidad, servicios de los ecosistemas, agricultura insatisfecha, eficiencia de recursos, renovación y regeneración urbana, orden territorial y salud pública”. (Revistas sena, 2022).
La producción y el consumo de alimentos en las zonas urbanas ayudaría a crear ecosistemas de bienestar que estimulen la seguridad alimentaria. Fuente: (Revistas sena, 2022).
“El país se comprometió a reducir en un 51 % las emisiones de Gases de Efecto Invernadero al año 2030, una de las metas ambientales más ambiciosas del mundo”. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2021.
Según el IPCC, el sector agricultura, forestaría y otros usos del suelo (AFOLU, por su sigla en inglés) representa un cuarto de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI). En Colombia, este mismo sector es responsable por 60 % de las emisiones nacionales.
Un estudio de mitigación realizado por The Nature Conservancy (TNC), donde se evidencia un análisis de 15 soluciones naturales del clima y se hizo una selección de tres soluciones que representan un potencial de 164,9 millones de toneladas de C02, que viene siendo 53% de la meta nacional.
A) Conversión Evitada de Bosque (CEB): son acciones para prevenir la pérdida de bosques naturales. Su potencial de mitigación es de 54,06 millones de toneladas de CO2 equivalente, o 36 % de la meta nacional.
B) Restauración de Bosque (RB): son acciones que ayudan al proceso de la recuperación natural de bosques naturales. Su potencial de mitigación es de 16,18 millones de toneladas de CO2 equivalente, o 10 % de la meta nacional.
C) Árboles en Tierras Agropecuarias - Silvopastoriles (ATA): son acciones para mejorar la sostenibilidad de la ganadería. Su potencial de mitigación es de 11,15 millones de toneladas de CO2 equivalente, o 7 % de la meta nacional.
Fuente: The Nature Conservancy
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