Mujer Rural

Protagonistas de la transformación del campo

“Las mujeres constituyen más del 37% de la mano de obra agrícola rural en el mundo, una tasa que asciende al 48% en los países de bajos ingresos”.

Fuente: Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO- 2020).

Las mujeres desempeñan un papel primordial en el mundo, no solo en los países en desarrollo, sino también en los países desarrollados. En este caso podemos mencionar que su participación en el sector agrícola es fundamental, pues su aporte contribuye a la erradicación de la pobreza y del hambre, además del acceso a una educación universal.

Son diferenciadas por su raza, etnia, religión, clase social y por su región. Este grupo de mujeres aportan de manera significativa en la economía rural de los países en desarrollo, esto lo hacen por medio de sus actividades, algunas son agricultoras, ganaderas, comerciantes y empresarias.

Estas mujeres empoderadas y trabajadoras consideran el medio rural como la principal fuente de trabajo, pues su labor permite suplir sus necesidades básicas y las de su familia. Sin embargo, existen diferentes factores que opacan y dificultan el día a día de estas mujeres, entre estos factores, podemos mencionar la discriminación y el estereotipo de género.  

“Las mujeres rurales se enfrentan a barreras estructurales que incluyen políticas, leyes y normas sociales discriminatorias que impiden su acceso a los servicios, los recursos y las oportunidades. Soportan la carga desproporcionada del cuidado no remunerado y el trabajo doméstico y a menudo se ven excluidas de la participación y el liderazgo en la vida pública”.

Fuente: Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO- 2020).

¿Por qué la discriminación es un factor que desequilibra y retrasa las actividades de estas mujeres?

Debido a la discriminación de género, las mujeres rurales tienen menos acceso a los activos, insumos, servicios agrícolas, a la educación y atención sanitaria. Además de imposibilitar la toma de decisiones, oportunidad de empleo y participación política, impidiendo tener el control y el acceso equitativo a los recursos y servicios productivos que permiten conseguir mayor rendimiento. 

De acuerdo con lo anterior, podemos argumentar que su contribución y su participación no son reflejadas de una forma íntegra, ya que su labor se considera como parte de las “labores domésticas”. De este modo su aporte a la producción y desarrollo agrícola se vuelve invisible, tanto así que es considerado un empleo no remunerado.

“La desigualdad de género es una de las causas y efectos principales del hambre y de la pobreza: Se estima que el 60% de las personas que padecen de hambre crónica son mujeres y niñas”. 

Fuente: Política y Estrategia de Género del PMA.

¿Sabías que en América Latina hay 58 millones de mujeres que viven en el campo y solo el 30% de ellas posee tierras agrícolas?

Fuente: International Land Coalition

Según investigaciones realizadas por la ONU - Organización de las Naciones Unidas, si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades o el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, aumentarían la producción de sus campos en un 20 a un 30%, incrementando la producción total,  reduciendo el hambre de un 12 a un 17%.

Por otro lado, podemos traer a colación el tema de la educación, según estadísticas mundiales, solo el 39% de las niñas rurales asisten a la escuela secundaria. Un porcentaje inferior comparado con los niños rurales (45%) y con las niñas urbanas( 59%). 

Las cifras de 68 países indican que la educación de la mujer es un factor fundamental para determinar la supervivencia de sus hijos, pues los hijos de madres sin educación en la región de América Latina y el Caribe tienen 3,1% más probabilidades de morir comparados con hijos de madres con educación secundaria o superior.

Con lo anterior podemos evidenciar que un mayor crecimiento educativo implica un mayor crecimiento económico y una reducción de las desigualdades entre clases sociales. 

Las mujeres rurales son agentes clave para conseguir, no solo cambios económicos, sino también ambientales y sociales, los cuales son decisivos para el desarrollo sostenible. Sin embargo como lo mencionamos anteriormente su acceso limitado a la educación, a la asistencia sanitaria y a créditos, son uno de los muchos retos a los que se enfrentan a diario. 

En AgroClick a lo largo de nuestra experiencia, sobre todo en la gestión, mediación y comunicación en el agro, hemos sido testigo de la gran labor que han realizado estas mujeres, por eso admiramos y respetamos a cada mujer que con esfuerzo, dedicación y amor le entregan tanto valor a nuestro campo. 

Los invito para que conozcan una de nuestras AgroHistorias, acerca de una mujer que construye futuro y le ha aportado sustancialmente a nuestro sector. 

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